AMOR ESPIRITUAL O FRACASO INFINITO

El amor verdadero solo existe en los mundos espirituales.

El amor es el fruto verde del Espíritu, fundamento del universo.

De los mundos superiores se derrama un fluido verde que da vida a todo ser que habita en los mundos inferiores. Esta energía verde fluye y envuelve toda la creación.

El amor y la misericordia del Rey del universo se renuevan cada mañana; grande y majestuosa es su fidelidad.

El alma de los Hijos de Dios esperará confiadamente en su amor, Bueno es esperar en silencio la salvación de Ein Sof.

Su amor es infinito, siempre mana como lluvia que bendice

Guerra en lugar de amor

Hoy en día, más que amor, vivimos una guerra de sexos y egos.

Las parejas, en vez de complementarse como fue diseñado en el plan original del Ingeniero Cósmico, se convierten en oponentes similares a los juegos del hambre: gladiadores y amazonas luchando en un coliseo doméstico.

Sus hogares se transforman en arenas de combate, y el público son sus propios hijos, familiares y amigos.

Sin el Rey del Universo, sin su Reino de amor y sus principios espirituales de éxito integral, un alto porcentaje de las parejas está destinado al fracaso perpetuo.

Si no se integran fuerzas o energías preternaturales y sobrenaturales provenientes de los mundos superiores, el amor en este planeta se apagará para siempre.

El triángulo perfecto

El verdadero amor se construye sobre un triángulo sagrado: Dos almas unidas por un tercer vértice eterno: Dios.

“Caminar en pareja es ser bendecido doblemente, cordón de tres dobleces no se rompe con la presión, repetid a voz alta, cordel a tres hilos no se rompe fácilmente.”

Sin esa tercera fuerza sobrenatural, conexiones de amor se derrumban fácilmente. La divinidad le impregna inmortalidad a la relación. Los egos chocan, los vínculos se enfrían, y el amor se convierte en campo de batalla.

Promiscuidad, velocidad y vacío

Los divorcios aumentan sin freno.

La promiscuidad sexual se ha vuelto una moda en tendencia. Vivimos en la era del “amor exprés”: emociones vacías, sexo sin alma, al igual que la comida rápida están las relaciones rápidas.

“Vivamos el momento”, “después vemos”, “en el camino lo arreglamos”… Frases que revelan un tiempo en el que se vive todo y nada a la vez.

Un tiempo en el que el amor es “usar y tirar”. Como un pañito desechable, un tiempo donde gobiernan las hormonas, las emociones, la presión social, el deseo y el capricho.

¿Cómo se cultiva un amor espiritual?

¿Qué hacer para marcar la diferencia y modelarles a nuestros hijos estabilidad?, ¿Qué hacer para crear conexiones espirituales entre parejas? 

Para tener una conexión espiritual se debe: 

• Alimentar el ser interior almático-espiritual de ambos. Como alimentamos y nutrimos nuestro cuerpo físico 

• Descubriendo juntos el propósito de existencia. Ser compañeros de vida más allá de lo básico, como criar hijos, buscar el éxito, etc.

• Compartiendo un viaje místico hacia lo elevado.

• Alejándose de lo profano y abrazando lo divino.

  
  

Entonces la pareja tendrá algo más sólido que los conecte, como dos células minúsculas, dos organismos microscópicos en un gran universo, pero fusionados por algo más allá de su cognición, en una relación  simbiótica que los llene de beneficio mutuo. Unidos por la presencia divina indestructible.

Sar Itzajk

Behatzlaja.